¿Qué es la cirrosis?

La cirrosis ocurre cuando el hígado está permanentemente cicatrizado o lesionado por condiciones y enfermedades crónicas.

Entre las causas comunes de la cirrosis se encuentra:

El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo y pesa aproximadamente tres libras. Está situado en el lado superior derecho del abdomen, abajo de las costillas.

Entre las funciones del hígado se encuentra:

  • Convertir los alimentos en energía.
  • Limpiar su cuerpo (metabolizar, o ayudar a su cuerpo a usar, los medicamentos y eliminar el alcohol y los venenos de su sistema).
  • Hacer bilis. (La bilis es un líquido de color amarillo amarronado, producido por el hígado a partir de las sales biliosas, colesterol, bilirrubina y lecitina).
El tejido cicatrizal que se forma por la cirrosis daña la estructura del hígado, bloqueando el flujo de sangre hacia todo el órgano.
Normal liver vs liver with cirrhosis

Hay muchas formas de manejar la cirrosis avanzada:

  • Tratar la enfermedad subyacente.
  • Evitar el consumo de alcohol.
  • Practicar una buena nutrición.
  • Trabajar juntamente con un médico.
  • Anticipar y tratar las complicaciones.

¿Cuáles son los síntomas de la cirrosis?

Los pacientes con cirrosis suelen tener pocos síntomas al principio.

Los dos problemas principales que causan síntomas son la pérdida de células hepáticas en funcionamiento y la distorsión del hígado a causa de la cicatrización.

Si tiene cirrosis, puede experimentar:

  • Cansancio extremo.

  • Debilidad.

  • Pérdida de apetito, a menudo con malestar en el vientre y pérdida de peso.

  • Acumulación de agua en las piernas (edema) o en el vientre (ascitis).

  • Moretones o sangrado fáciles.

  • En el caso de las mujeres, la ausencia o escasez de menstruaciones no relacionadas con la menopausia.

  • En el caso de los hombres, pérdida de deseo sexual o senos sensibles y agrandados.

Los síntomas de la cirrosis en fase tardía, o avanzada, son el color amarillo de la piel, llamado ictericia, el picor intenso y los vómitos de sangre debidos al sangrado del estómago o el esófago.
Las personas con cirrosis avanzada tienen problemas para digerir ciertas proteínas, lo que da lugar a niveles inseguros de amoníaco en la sangre (encefalopatía hepática), que pueden causar trastornos leves del sueño, problemas de concentración, falta de respuesta y coma.

¿Qué causa la cirrosis?

La cirrosis tiene muchas causas. Puede ser causada por distintas enfermedades o desórdenes que dañan directamente las células hepáticas, por daños indirectos causados por inflamación o hinchazón, o por la obstrucción de los conductos biliares lo cual puede vaciar de bilis las células hepáticas.
  • Abuso de alcohol a largo plazo.
  • Hepatitis vírica crónica (tipos B, C y D).
  • Enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA).
  • Hepatitis autoinmune
  • Obesidad.
  • Enfermedades hereditarias (transmitidas por la familia), como la deficiencia de alfa-1-antitripsina, entre otras.

A medida que aumenta la tasa de obesidad, pueden generalizarse las enfermedades hepáticas que pueden conducir a la cirrosis, como el HGNA y la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). Estos problemas de salud parecieran ser la enfermedad hepática causada por el consumo de alcohol, pero les suceden a personas que consumen muy poco o nada de alcohol.

Los pacientes que padecen de EHGNA tienen hígados grasos sin inflamación o daños, lo cual puede no mostrar síntomas.

La enfermedad conocida como EHNA involucra la acumulación de grasa en las células hepáticas, además de la inflamación del hígado, lo cual puede eliminar las células hepáticas y causar cirrosis.

Hay dos enfermedades genéticas o heredadas que resultan en la acumulación anormal de metales en el hígado, causando daños en los tejidos y cirrosis.

Enfermedad de Wilson.
Los pacientes acumulan demasiado cobre en el hígado, el cerebro, los riñones y las córneas. Este es un problema de salud poco frecuente que se observa más a menudo en niños o adultos jóvenes que en pacientes mayores.

Hemocromatosis
El organismo guarda un exceso de hierro y éste se deposita en el hígado y otros órganos, por ejemplo, el páncreas, la piel, el revestimiento intestinal, el corazón y las glándulas endocrinas.

Los conductos biliares trasladan la bilis que se forma en el hígado hacia los intestinos en donde ésta ayuda al cuerpo a digerir las grasas.

Cirrosis biliar primaria: los conductos biliares microscópicos del hígado se destruyen lentamente.

Colangitis esclerosante primaria: los conductos biliares dentro y fuera del hígado se inflaman y cicatrizan.

Atresia biliar: lesión y pérdida de los conductos biliares que sirven para drenar la bilis del hígado; se encuentra en los recién nacidos.

Muy pocas veces, los medicamentos pueden causar enfermedades crónicas del hígado y cirrosis. Hable con su médico acerca de cuáles pueden presentar riesgos para usted.

Hay muchas causas de cirrosis que se ven con menos frecuencia, como la enfermedad veno-oclusiva, la sarcoidosis (enfermedad hepática granulomatosa), la insuficiencia cardíaca y las infecciones crónicas, como la esquistosomiasis y otras.

Si la causa de la cirrosis sigue sin estar clara tras un conjunto completo de pruebas, se denomina “cirrosis criptogénica”. Hasta el 10% de los pacientes con cirrosis entran en este grupo.

Pruebas para la cirrosis

Hay varias formas de probar la cirrosis

  • Pruebas de sangre.
  • Estudios de imagen (TAC, RMN o ecografía).
  • Examen físico.
  • Elastografía transitoria basada en ultrasonidos o elastografía por RM (resonancia magnética).
    • No invasivo.
    • Mide la rigidez del hígado.
    • Se obtienen los resultados de inmediato
  • Biopsia de hígado.
    • Tomar un pequeño trozo de tejido del hígado para observarlo al microscopio.
    • Requiere hospitalización durante medio día.
    • Se administra un anestésico local y un medicamento para ayudarle a relajarse, si es necesario.

¿Cuál es el tratamiento de la cirrosis?

El cuidado de la cirrosis tiene por objeto detener o reducir el daño al hígado y retrasar las complicaciones. Los pacientes que padecen de cirrosis a menudo viven vidas saludables durante muchos años. Si hay complicaciones, a menudo estas se pueden tratar.

Esto es lo que puede hacer si tiene cirrosis.

En la cirrosis alcohólica, debe dejar de beber alcohol para detener el daño al hígado.
Asegúrese de vacunarse contra la gripe cada año y contra la neumonía y la hepatitis A y B
Hable con su médico sobre cualquier medicamento recetado, medicamento de venta libre suplemento que esté tomando, como el acetaminofén.
Los buenos hábitos en la alimentación son la clave del cuidado de la cirrosis avanzada.
  • Las dietas que tienen formas de proteínas fáciles de digerir, como las legumbres, las aves y el pescado, son importantes.
  • Una dieta baja en sal es vital si tiene edema (hinchazón) o ascitis (la acumulación de líquido en las piernas o el vientre).
  • Comer menos proteínas difíciles de digerir, como la carne roja, hace que haya menos toxinas en el tracto digestivo.
  • Evitar comer mariscos crudos, ya que pueden causar infecciones graves.
Es posible que su médico le recomiende una medicación.
  • Si tiene un determinado tipo de hepatitis, su médico puede darle esteroides o medicamentos antivirales para disminuir el daño a las células del hígado.
  • Si tiene edema y ascitis, es posible que le pongan una dieta baja en sal y le den diuréticos, para que produzca más orina para eliminar el líquido y evitar que vuelva a hincharse.
  • Los medicamentos pueden controlar la picazón.

Trasplante de hígado

El trasplante, extraer todo el hígado de una persona enferma o parte del hígado de una persona sana, es una opción para los pacientes que padecen de cirrosis avanzada con insuficiencia hepática. Las tasas de éxito a largo plazo de los trasplantes del hígado son buenas.

Pensar en un trasplante requiere visitas con un equipo de médicos y muchas pruebas en un centro de trasplantes especializado. Hable con el médico para obtener más información.

Complicaciones

Los principales problemas posibles de la cirrosis son:

  • Insuficiencia hepática (cuando las células del hígado dejan de funcionar).
  • Hemorragia causada por la hipertensión portal (presión arterial alta en el hígado). Esto a menudo se puede tratar con medicamentos determinados por el médico.
  • Mayor riesgo de cáncer de hígado. El hígado debe ser analizado cada seis meses en una pantalla para eliminar la posibilidad de cáncer del hígado.

Datos importantes sobre el uso de medicamentos

El hígado tiene como función filtrar la mayor parte de los medicamentos, pero esto puede retrasarse a causa de la cirrosis.

Debido que el hígado puede no eliminar los medicamentos de la sangre como debería ser lo normal, un medicamento puede actuar por mucho más tiempo que lo necesario. Esto sucede especialmente con los sedantes, es decir, las medicinas que le provocan sueño.

Las personas con cirrosis a menudo son muy sensibles a los medicamentos y a sus efectos secundarios. Podría ser necesario reducir la dosis y frecuencia de los medicamentos proporcionados.